La vida tiene un principio y un fin, eso todos lo sabemos, pero, no todos somos capaces de superar esta etapa, en la que te toca ver terminar la vida de tu mejor amigo.
Esperanza de vida de los perros
La esperanza de vida de los perros varia dependiendo su raza o tamaño, ya sean los llamados perros “Toy”, como el Yorkshire Terrier o el Maltés, tienen una longevidad más grande que el de los perros de raza gigante, frente a los 20 años que puede vivir un perro de raza pequeña el mismo animal, pero en raza mas grande, tendría apenas 8 años de vida.
La longevidad de los perros depende no solamente del tamaño y de los cuidados que les proporcionemos, el factor raza juega un papel muy importante en la vida de los perros.
Los perros de pedigrí tienen una consanguinidad asociada mayor que los perros mestizos. Es decir, el empobrecimiento de la sangre a cause de cruces muchas veces incontroladas entre padres e hijos y entre individuos emparentados entre si causa un variabilidad genética, que se traduce, en enfermedades genéticas hereditarias que reducen la esperanza de vida de los perros.
A diferencia de vida humana la de una mascota es mas corta y por lo tanto a muchas personas nos a tocado ver el fallecimiento de nuestro perro, que a pesar de que sepamos que es parte de vivir no deja de ser un momento amargo lleno de recuerdos; lleno de risas, enojos y sobre todo de fidelidad, ya que el el nunca supo decirnos lo mucho que nos quería pero era en su fidelidad donde demostraba que el estaría ahí para nosotros sin importar lo que pase el siempre estaría ahí.
Al escribir este artículo no dejo de pensar en mi mascota Wakko (si, como el de animaniacs) Schnauzer color negro, igual de loco que el de la serie de televisión. El tiempo pasa y pesan los años, a la edad de 10 años Wakko enfermo; ya no era el mismo, era débil y siempre cansado, dejo de comer, dejo de ser el. Cuando lo llevamos a la veterinaria nos dijeron que tenia insuficiencia renal aguda, enfermedad la cual lo tenia atado a una dieta estricta y costosa, pero el era mi mejor amigo no podía dejarlo así, sin importar lo que costase yo haría todo lo posible por tenerlo conmigo, pero seamos sinceros no puedes ser egoísta, mas cuando se trata de la vida de otro ser vivo. Wakko seguía empeorando, hasta que el veterinario nos propuso “Dormirlo”, todos en la familia sabíamos lo que eso significaba pero la decisión recayó en su dueño: en mi.
Wakko a la edad de 8 años. |
Por último me gustaría agregar que si estas pasando por esta amarga experiencia o ya la has vivido, no te desanimes, por que el lazo que se hizo entre ustedes, es infinito.
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